Hay que reconocerlo, cuando se terminaba la primera rueda, antes del partido contra San Martín, el ánimo de la gente del Depo no era el mejor.
El equipo no jugaba mal, pero la falta de definición, las oportunidades desperdiciadas, las cabezas gachas, eran cosas que iban mellando el animo de los azules y de su hinchada.
Pero en el segundo tiempo del partido final de la primera rueda, algo había empezado a cambiar.
Y ese cambio fue 'in crescendo' y en esta segunda rueda ha sido el factor determinante para esta levantada azul.
El triunfo contra Estudiantes, merecido por cierto, después de jugar un largo tiempo con un jugador menos. El gran triunfo contra Maderense, donde los goles llegaron. Y ahora, el gran triunfo traído desde Curarú le dan al Depo un nuevo aire que renueva sus esperanzas para clasificar al Petit y aspirar, porque no, a algo más.
La tarde del último domingo de julio llevó al Depo a la localidad de Curarú para enfrentar al siempre difícil Unión.
Un partido clave para seguir prendidos en una zona mas descansada en la tabla de posiciones y continuar con esta racha positiva que deviene en un mejor ánimo general, y por consiguiente, mejores rendimientos.
Partido que en la previa aparecía como duro y difícil, pero que el Depo, de entrada, empezó a controlar y hacerlo suyo.
Un primer tiempo de buen fútbol, con un buen arbitraje de Bartolomé. Con un Tito Bernard constituido, inobjetablemente, en el estandarte de esta levantada.
Los locales también tuvieron lo suyo, pero no supieron o no pudieron concretar las ocasiones que se les presentaron y pagaron así con una derrota que los complica de cara al futuro.
De entrada, a los 40 segundos de partido castillo se perdía la apertura del marcador y señalaba a los presentes que el Depo había viajado para ser protagonista.
Bernard y Zamorano hacían la diferencia y marcaban el ritmo.
Sobre los 12 minutos se produce un jugada que también marcaría el partido; la salida por lesión de Calzacorta, hombre importante en el andamiaje del equipo curarense.
Sobre los 23' lega el primer grito azul.
Corner desde la derecha, Castillo que se eleva, gana, cabecea y adentro. 1-0 para la visita, y justicia en el marcador.
Unión iba intentando, pero las apariciones de Locastro no terminaban de encontrar la puntada final.
Con la ventaja, el Depo se para atrás y se pone a esperar a los locales y su desesperación.
Y Unión se les vino encima.
Locastro era el abanderado de los ataques albos, pero estaba peleado con el arco.
Tres llegadas claras en los minutos finales pudieron cambiar la historia, pero la pelota no quería entrar.
Y a los 47 el Depo factura, sobre el cierre de la primera etapa.
Tiro libre al área local y Castillo, entrando a la carrera construye "castillos en el aire", cabecea y pone el 2-0.
Al descanso, y a planificar la segunda etapa.
Rodriguez que "sermonea" a sus dirigidos en el vestuario, y Unión que sale a buscar el descuento con todas las ínfulas.
Pero el Depo sabía que trabajo debía hacer. Esperar al rival y manejar los tiempos.
Y así, pese a que Unión se había lanzado a la carga, el Depo terminó teniendo mas chances de aumentar.
Es que Locastro y Vallejos, los hombres de punta locales, debían bajar mucho para recuperar la pelota y arriba no quedaba nadie para enfrentar a la defensa azul.
A los 28' se produce un roce entre Damián Martínez y Agustín Casavecchia y el árbitro Bartolomé les termina mostrando a ambos la tarjeta roja.
Y unos minutos mas tarde, la gran oportunidad.
Locastro que pretende internarse, Ferreira que lo toca en el área y penal.
La gran posibilidad de descontar y ponerse a tiro.
Ejecuta el mismo Locastro pero Bitz, en una gran estirada le saca el remate al corner.
Lejos de bajar los brazos, los locales siguieron intentando y a los 38' Rodriguez le pone un muy buen pelotazo a Locastro para que el 7 defina cruzado y abajo ante la salida de Bitz y ponga el 2-1.
Los minutos que faltaban prometían ser intensos.
Pero la intensidad subió tanto que trajo un par de expulsados para Unión.
Primero se fue Barontini por doble amarilla y en tiempo descuento se fue Ibarra por roja directa tras una fuerte infracción contra Castillo.
El partido se iba, y Unión con dos menos no parecía ser peligro para el Depo.
Para colmo, la entrada de Leonel Martínez le dio al ataque azul esa explosión que siempre aporta el juvenil.
Y sobre el silbato final, un slalom de Leonel deja a un par de hombres atrás, y termina tocando para la entrada en soledad de Tito Bernard que no tiene mas que empujarla para cerrar el marcador.
3-1 y regreso para la gente del Depo con mucha felicidad en el rostro.
La levantada del campeón 2006 es significativa, en juego y en goles. Aún se siguen desperdiciando muchas oportunidades, pero también están entrando muchas que antes no lo hacían y eso ayuda, y mucho.
El próximo domingo, el Garre recibirá a Calaveras. Rival duro que necesita de puntos.
Buena oportunidad para seguir en racha y adentrarse mas en el camino rumbo al petit.
Por último queremos agradecer a la gente de Entretiempo, especialmente a Guillermo Irrazabal, por la síntesis que hizo del partido, gracias a la cual pudimos armar este comentario.
Blog dedicado al futbol pehuajense y al futbol regional. En imaginario paseo por la Ruta 5 y la Ruta 226, conociendo sus ligas futboleras
29.7.08
21.7.08
Bailando por un Depo
No queremos exagerar, ni tampoco ofender a la gente de Madero, pero lo que se vivió en el Garre fue casi parecido a un baile.
Tal vez quedaba dando vueltas el recuerdo de aquella tarde en el Halzague, una rueda atrás, cuando el infortunio del Leon Martínez nos dejaba abajo en el marcador, injusto marcador.
Tal vez, también, contribuyo la magia que se desarrolló en el 2 de septiembre, la semana pasada, cuando con un hombre menos se le ganó en el último minuto al rival de siempre.
Tal vez un poco de todo eso empezó a despertar al Depo, que parecía dormido durante la primera rueda y que empezó a desperezarse en el segundo tiempo contra San Martín.
Si, un cambio rotundo que en la fría y nublada tarde pehuajense se vió plasmado en el irregular terreno del Garre.
Es que desde el comienzo al fin, el protagonista fue el Depo.
Desde los 2 minutos, cuando el Tito probaba a Mónaco hasta el derechazo cruzado de Zamorano que le puso la frutilla al postre, sobre los 43 minutos del segundo tiempo.
El Depo fue mas, mucho mas.
Más que un tibio Maderense que puso mucho empeño, muchas ganas, pero no le alcanzó.
Los errores defensivos, el poco peso del medio campo, y la tibieza de su ataque no le dieron ninguna oportunidad frente a un Depo con mentalidad de ganador.
Como dijimos, avisó temprano el Tito, luego fue Zamorano.
Se animó la visita y Sanchez pesco una pelota de aire pero fue un tibio tiro a las manos de Bitz.
Y a los 10 minutos llega el primer grito.
Error defensivo, pase atrás al arquero que inquieta a Mónaco y el corner para los azules.
Quevedo que ejecuta, al punto del penal, allí donde dicen que deben ir los centros, peinada de Castillo al segundo palo, Cardone que atropella y gol.
1-0 para el Depo y la gente que festejaba sacándose el frío de encima.
Y el Depo que se convierte en amo y señor, y maneja el partido a voluntad, pero con criterio.
Tanto criterio, que el partido cae en una meseta que solo se conmueve cuando alguno de los que saben, Zamorano o el Tito, aceleran el juego buscando la zozobra de la visita.
Y el Tatu que se adueña del medio y comanda a un Depo prolijo, sin fisuras.
A los 22, un jugadón que merecía ser gol múltiple.
El Tito que la toca para Castillo, este que encara, Cardone amaga llevarse la pelota pero o deja seguir a Castillo, pase para el Tito y remate que salva Mónaco.
La fantasía regresaba al Garré.
Minutos mas tarde Zamorano que se va por izquierda, llega hasta la línea de fondo y lanza un remate que cruza el área chica sin que Castillo pueda conectarla.
Todo era del Depo.
Para colmo, a los 30' Mauricio González ve la segunda amarilla por falta a Acosta y deja a Maderense con 10. Sinceramente nos pareció que la falta había sido de Orellano, pero Bazán, muy cerca de la jugada juzgó otra cosa.
Y llega el momento de parar la máquina, el partido se achata un poco y algunos ya empezaban a temer a los viejos fantasmas.
Pero a los 40', lateral sobre la izquierda, la defensa verdiblanca que se queda mirando, Cardone solo se lleva la pelota, le sale Mónaco y con una tranquilidad pasmosa le toca la pelota que lentamente se introduce en el arco visitante. 2-0.
Sobre los 42', la vergüenza de los de Madero los empuja al ataque y Mario Sanchez tiene la oportunidad de descontar, pero su cabezazo se va desviado.
El Depo no quiere mostrarle al rival ningún atisbo de debilidad y de contra, tras pelotazo cruzado de Zamorano, Damián Martínez cabecea y a pelota sale cerca...
Pitazo y a descansar.
Para el complemento, Maderense arranca con un refuerzo en la última línea dejando en el banco a Alberto Córdoba.
Pero la movida no trae los resultados previstos, pues el Depo sigue dominando a placer.
Y a los 5 minutos el Tito recibe una pelota de Cardone, se acomoda y saca un derechazo terrible que pega en el palo, recorre la línea y sale por el otro palo.
El Depo se replegaba esperando a un Maderense que moría en el medio y no podía llegar mas allá.
De vez en cuando profundizaba un poco, pero la defensa del Depo estaba bien parada.
Y sobre los 20', Ezequiel Celis, que había reemplazado al Tatu Galarreta, saca un remate espectacular de media distancia qe se va apenas por sobre el travesaño.
El Depo seguía comiéndose los goles, y Maderense aguantaba como podía, ya casi sin chances y con pocos ánimos.
A los 24', Mónaco salva la nueva caída a los pies de Quevedo que quería ponerle el broche final una buena jugada colectiva y algunos rebotes.
Los azules continuaban asediando el arco visitante, pero el gol no llegaba, y los lamentos crecían en la tribuna del Depo.
A los 29' Leonel, que había reemplazado a Castillo, encaró a pura gambeta por la izquierda, llevándose todo lo que encontraba por el camino y elige el pase atrás para el Tito que venía solo. Remata Bernard, pero se cruza Balmaceda y el gol se atraganta en las gargantas.
Ya era mucho.
EL tiempo pasaba, y se sucedían las situaciones.
Leonel otra vez al ataque, no puede definir, y la pelota, que iba hacia Cardone no puede ser empujada por el delantero azul y se diluía una nueva oportunidad.
Hasta que a los 40, encara el Tito el área, y cuando va a definir, Mónaco lo toca y le comete penal.
El mismo Tito que lo ejecuta fuerte a la derecha y pone el 3-0 que terminaba de liquidar el partido.
Ya solamente faltaba el silbato de Bazán.
Pero a los 42 es Leonel el que vuelve a encarar, quiere fusilar a Mónaco, pero el arquero salva una vez mas a Maderense.
Vuelve la pelota a dominio de los azules, vuelve a pasar por Leonel que lo ve picar solito a Zamorano por la derecha, pase preciso, derechazo cruzado del 8 azul y 4-0 para decorar la torta.
Y llega por fin el silbato final.
Alegría y festejo en la escuadra azul y resignación en los albiverdes.
El Depo se acomoda mejor en la tabla y su ánimo mejora. Ambos factores muy importantes para lo que queda de camino.
La segunda ronda empezó con el pié derecho y con un Depo jugando a toda máquina, y por momentos, con pasajes de excelente fútbol, lo que hace ilusionar más a sus hinchas.
El equipo empieza a consolidarse y los goles quieren empezar a aparecer, lo cual no es menos importante.
La próxima fecha marcará un viaje a Curarú, para un difícil cotejo frente Unión.
Será cuestión de no perder la costumbre.
Tal vez quedaba dando vueltas el recuerdo de aquella tarde en el Halzague, una rueda atrás, cuando el infortunio del Leon Martínez nos dejaba abajo en el marcador, injusto marcador.
Tal vez, también, contribuyo la magia que se desarrolló en el 2 de septiembre, la semana pasada, cuando con un hombre menos se le ganó en el último minuto al rival de siempre.
Tal vez un poco de todo eso empezó a despertar al Depo, que parecía dormido durante la primera rueda y que empezó a desperezarse en el segundo tiempo contra San Martín.
Si, un cambio rotundo que en la fría y nublada tarde pehuajense se vió plasmado en el irregular terreno del Garre.
Es que desde el comienzo al fin, el protagonista fue el Depo.
Desde los 2 minutos, cuando el Tito probaba a Mónaco hasta el derechazo cruzado de Zamorano que le puso la frutilla al postre, sobre los 43 minutos del segundo tiempo.
El Depo fue mas, mucho mas.
Más que un tibio Maderense que puso mucho empeño, muchas ganas, pero no le alcanzó.
Los errores defensivos, el poco peso del medio campo, y la tibieza de su ataque no le dieron ninguna oportunidad frente a un Depo con mentalidad de ganador.
Como dijimos, avisó temprano el Tito, luego fue Zamorano.
Se animó la visita y Sanchez pesco una pelota de aire pero fue un tibio tiro a las manos de Bitz.
Y a los 10 minutos llega el primer grito.
Error defensivo, pase atrás al arquero que inquieta a Mónaco y el corner para los azules.
Quevedo que ejecuta, al punto del penal, allí donde dicen que deben ir los centros, peinada de Castillo al segundo palo, Cardone que atropella y gol.
1-0 para el Depo y la gente que festejaba sacándose el frío de encima.
Y el Depo que se convierte en amo y señor, y maneja el partido a voluntad, pero con criterio.
Tanto criterio, que el partido cae en una meseta que solo se conmueve cuando alguno de los que saben, Zamorano o el Tito, aceleran el juego buscando la zozobra de la visita.
Y el Tatu que se adueña del medio y comanda a un Depo prolijo, sin fisuras.
A los 22, un jugadón que merecía ser gol múltiple.
El Tito que la toca para Castillo, este que encara, Cardone amaga llevarse la pelota pero o deja seguir a Castillo, pase para el Tito y remate que salva Mónaco.
La fantasía regresaba al Garré.
Minutos mas tarde Zamorano que se va por izquierda, llega hasta la línea de fondo y lanza un remate que cruza el área chica sin que Castillo pueda conectarla.
Todo era del Depo.
Para colmo, a los 30' Mauricio González ve la segunda amarilla por falta a Acosta y deja a Maderense con 10. Sinceramente nos pareció que la falta había sido de Orellano, pero Bazán, muy cerca de la jugada juzgó otra cosa.
Y llega el momento de parar la máquina, el partido se achata un poco y algunos ya empezaban a temer a los viejos fantasmas.
Pero a los 40', lateral sobre la izquierda, la defensa verdiblanca que se queda mirando, Cardone solo se lleva la pelota, le sale Mónaco y con una tranquilidad pasmosa le toca la pelota que lentamente se introduce en el arco visitante. 2-0.
Sobre los 42', la vergüenza de los de Madero los empuja al ataque y Mario Sanchez tiene la oportunidad de descontar, pero su cabezazo se va desviado.
El Depo no quiere mostrarle al rival ningún atisbo de debilidad y de contra, tras pelotazo cruzado de Zamorano, Damián Martínez cabecea y a pelota sale cerca...
Pitazo y a descansar.
Para el complemento, Maderense arranca con un refuerzo en la última línea dejando en el banco a Alberto Córdoba.
Pero la movida no trae los resultados previstos, pues el Depo sigue dominando a placer.
Y a los 5 minutos el Tito recibe una pelota de Cardone, se acomoda y saca un derechazo terrible que pega en el palo, recorre la línea y sale por el otro palo.
El Depo se replegaba esperando a un Maderense que moría en el medio y no podía llegar mas allá.
De vez en cuando profundizaba un poco, pero la defensa del Depo estaba bien parada.
Y sobre los 20', Ezequiel Celis, que había reemplazado al Tatu Galarreta, saca un remate espectacular de media distancia qe se va apenas por sobre el travesaño.
El Depo seguía comiéndose los goles, y Maderense aguantaba como podía, ya casi sin chances y con pocos ánimos.
A los 24', Mónaco salva la nueva caída a los pies de Quevedo que quería ponerle el broche final una buena jugada colectiva y algunos rebotes.
Los azules continuaban asediando el arco visitante, pero el gol no llegaba, y los lamentos crecían en la tribuna del Depo.
A los 29' Leonel, que había reemplazado a Castillo, encaró a pura gambeta por la izquierda, llevándose todo lo que encontraba por el camino y elige el pase atrás para el Tito que venía solo. Remata Bernard, pero se cruza Balmaceda y el gol se atraganta en las gargantas.
Ya era mucho.
EL tiempo pasaba, y se sucedían las situaciones.
Leonel otra vez al ataque, no puede definir, y la pelota, que iba hacia Cardone no puede ser empujada por el delantero azul y se diluía una nueva oportunidad.
Hasta que a los 40, encara el Tito el área, y cuando va a definir, Mónaco lo toca y le comete penal.
El mismo Tito que lo ejecuta fuerte a la derecha y pone el 3-0 que terminaba de liquidar el partido.
Ya solamente faltaba el silbato de Bazán.
Pero a los 42 es Leonel el que vuelve a encarar, quiere fusilar a Mónaco, pero el arquero salva una vez mas a Maderense.
Vuelve la pelota a dominio de los azules, vuelve a pasar por Leonel que lo ve picar solito a Zamorano por la derecha, pase preciso, derechazo cruzado del 8 azul y 4-0 para decorar la torta.
Y llega por fin el silbato final.
Alegría y festejo en la escuadra azul y resignación en los albiverdes.
El Depo se acomoda mejor en la tabla y su ánimo mejora. Ambos factores muy importantes para lo que queda de camino.
La segunda ronda empezó con el pié derecho y con un Depo jugando a toda máquina, y por momentos, con pasajes de excelente fútbol, lo que hace ilusionar más a sus hinchas.
El equipo empieza a consolidarse y los goles quieren empezar a aparecer, lo cual no es menos importante.
La próxima fecha marcará un viaje a Curarú, para un difícil cotejo frente Unión.
Será cuestión de no perder la costumbre.
13.7.08
Primavera azul
Invierno en Pehuajó, primavera en el ambiente.
En una cálida tarde nos dirigimos al 21 de septiembre para presenciar una nueva edición del clásico de la ciudad.
Estudiantes venía con todas las de ganar, cerca de la punta, goleando, invicto en su estadio.
Deportivo, por su parte, venía a ver si podía levantar cabeza. Con una mejora en su funcionamiento en el partido anterior, con déficit a la hora de anotar y con ninguna victoria como visitante.
Todo hacía pensar que la situación favorecía al albinegro y que el Depo debería trabajar mucho para, al menos, llevarse un punto del estadio estudiantil.
Pero los hombres de Peredo tenían preparada una grata sorpresa para sus seguidores.
Así fue que se vistieron de gladiadores y salieron rumbo al campo de juego para presentar lucha.
Desde el inicio fue el Depo el que llevo la delantera. Con un Peredo movedizo, un Castillo encarador y un Bernard que quería volver a ser el gran jugador que todos sabemos que es.
Al minuto los azules dieron presente, al desviarse cerca un cabezazo de castillo tras un buen desborde por izquierda del Cachorro Peredo.
Cinco minutos mas tarde el Tito remata al arco local y Gentili siente que la pelota le quema las manos y da un rebote que por poco no puede capitalizar Castillo. Corner.
El partido amenazaba como intenso y vibrante, pero poco a poco fue cayendo en ritmo.
Deportivo se agazapaba esperando su oportunidad, haciendo las cosas con mesura, sin salirse de un libreto que parecía haber sido bien escrito por el Piru.
Estudiantes se encontraba perdido, no tenia la pelota, no elaboraba ninguna idea coherente, daba muchas ventajas atrás y se alejaba de aquella imagen del albinegro invencible como local.
Pero, la historia tiene sus cosas y no por nada es conveniente estudiarla.
Buena combinación de los locales y finalmente la pelota le queda a Cadorín que no puede dominarla, y un compañero estudiantil remata rumbo al gol, pero la figura de Zapata se interpone en el camino y la pelota sale de la zona de peligro. Algunos reclamaron penal, pero el arbitro, cercano a la jugada desestimo las protestas.
Y a los 21 minutos se produce la jugada que amenazo con convertirse en el punto de inflexión de un partido que empezaba a caer en lo anodino.
Alan Peredo le entra fuerte abajo a un jugador de Estudiantes, y el arbitro, a nuestro juicio exageradamente, le muestra la roja.
Nervios y un plan que parecía desmoronarse.
Un hombre de menos, y casi mas de 70 minutos de tiempo, contra un rival veloz y de buen estado físico como Estudiantes, asemejaba a un grupo de labriegos contra las hordas de Atila el Huno.
Pero el Depo no dejo de apretar al local. Siguió sin dejarlo armarse. Con heroísmo e hidalguía.
Y a los 25 minutos, Castillo tiene la gran oportunidad aprovechando las ventajas que seguía dando Estudiantes, pero su remate apresurado se va desviado.
Nuevamente Castillo tendría su chance, pero el cabezazo débil a las manos de Gentili callaron el grito contenido.
A los 35 minutos el Tito se va por izquierda, a pura gambeta deja a su marcador y cuando sale Gentili le remata por arriba, pero la pelota se va por encima del travesaño.
El Depo, con 10, estaba mas entero que Estudiantes.
Y así Zamorano se anima, deja un tendal en el camino, pero su remate corre paralelo a la línea de gol sin que nadie la empuje.
Se iba la primera etapa y el gol no llegaba. Hasta Bernardo Peña se convertía en héroe, despejando una pelota que había rematado el Tatu Galarreta.
Silbato y a descansar.
Y nos quedamos con la sensación que al Depo se le iban a complicar las cosas en el segundo tiempo, pues Estudiantes saldría con todo para enrostrarle la ventaja numérica y la localía.
La filípica de Iglesias pareció tener algún efecto, pues en la segunda etapa Estudiantes fue otro.
Salio a buscar el partido, empezó a ganarle el medio a Deportivo y a acorralarlo.
Y los azules aguantaban el chubasco, esperando al "pincha", esperando el momento.
A los 11 avisan los locales, Paolo Rossi se va por izquierda y desde afuera del área, desde un ángulo muy cerrado lanza un disparo con destino de gol, pero Bitz, el inmenso Bitz, vuela hacia un costado y ahoga el grito albinegro.
Y el Depo empezó a animarse, y a ver que Estudiantes era solo un intento fallido.
Y empezó a ganarle el medio, y a atorarle las salidas.
Y Zamorano iba, y Leonel Martinez, que había ingresado por un golpeado Castillo, se volvía una molestia cada vez mas grande para la ultima línea estudiantil; y Quevedo, que había reemplazado a un dolorido Ferreyra, se hacia importante en la recuperación; y el Tito, el gran mariscal con camiseta azul se vestía de Gran Conductor y hacía honor al número 10 que se volvía mas grande en su camiseta.
Un quedo en el medio, casi trae algo de zozobra cuando Enzo Lopez encara el área, remata ante un Bitz que sale a atorarlo y finalmente Damian Martínez salva la situación.
Parecía que la jugada podría traer algo de incentivo para el local, pero lejos de eso, solamente sirvió para que el Depo se ordenara mejor y no regalara espacios.
De todas maneras, los azules no dejaron de preocupar a su rival, al que veían confundido.
A los 30' una gran jugada del Tito, que se lleva a la rastra a tres rivales, termina en un disparo cruzado abajo que obliga a Gentili a mostrar porque es uno de los mejores arqueros de la Liga.
Se iba el tiempo.
Genovart levantaba su mano y señalaba que iba a jugarse cinco de descuento.
Y el Depo quería la gloria.
Lejos de meterse debajo de su arco y colgarse del travesaño, seguía presionando al ya trémulo Estudiantes.
Y el Tito, el gran Tito, vuelve a disfrazarse con un poco de Bochini, un poco del Beto Alonso, una pizca de Maradona, y se va a pura gambeta y habilidad hacia el arco local, remata buscando el milagro, y cual flipper de salón de juegos, la pelota rebota en uno, rebota en otro y finalmente rebota en Quevedo para irse a dormir en el fondo del arco de Gentili.
Grito atragantado que se hace rugido en el 21 de septiembre y un montón de vestidos de azul se arremolinan en un abrazo interminable, ante la muda decepción de la parcialidad local.
El gol trae también alguna escaramuza en el medio, donde aparece Huguenin en el suelo, algún tumulto, los ánimos que se caldean y que vuelven a su estado normal lentamente.
Dos minutos mas, dice Genovart, ahora preocupado porque el partido no se le vaya de cauce, pero la historia ya había sido escrita.
Pitazo final y el abrazo incontenible. Las bocinas que empiezan a sonar del lado de la parcialidad azul y la caravana que empieza a salir con toda la alegría a cuestas rumbo a la ciudad, para seguir paseando su dicha por las calles.
Clásico pehuajense en la tarde del domingo.
Clásico que fue para el que no aparecía en los papeles.
Clásico que quedara grabado en la memoria del hincha azul, que podrá contarle a los suyos "yo estuve en la cancha cuando el Depo, con un tipo menos, pero con uno que valia por tres adentro, le gano a Estudiantes, con un gol de maquina tragamonedas".
La segunda rueda ya comenzó, y de la mejor manera.
Ahora, solo queda seguir creciendo.
En una cálida tarde nos dirigimos al 21 de septiembre para presenciar una nueva edición del clásico de la ciudad.
Estudiantes venía con todas las de ganar, cerca de la punta, goleando, invicto en su estadio.
Deportivo, por su parte, venía a ver si podía levantar cabeza. Con una mejora en su funcionamiento en el partido anterior, con déficit a la hora de anotar y con ninguna victoria como visitante.
Todo hacía pensar que la situación favorecía al albinegro y que el Depo debería trabajar mucho para, al menos, llevarse un punto del estadio estudiantil.
Pero los hombres de Peredo tenían preparada una grata sorpresa para sus seguidores.
Así fue que se vistieron de gladiadores y salieron rumbo al campo de juego para presentar lucha.
Desde el inicio fue el Depo el que llevo la delantera. Con un Peredo movedizo, un Castillo encarador y un Bernard que quería volver a ser el gran jugador que todos sabemos que es.
Al minuto los azules dieron presente, al desviarse cerca un cabezazo de castillo tras un buen desborde por izquierda del Cachorro Peredo.
Cinco minutos mas tarde el Tito remata al arco local y Gentili siente que la pelota le quema las manos y da un rebote que por poco no puede capitalizar Castillo. Corner.
El partido amenazaba como intenso y vibrante, pero poco a poco fue cayendo en ritmo.
Deportivo se agazapaba esperando su oportunidad, haciendo las cosas con mesura, sin salirse de un libreto que parecía haber sido bien escrito por el Piru.
Estudiantes se encontraba perdido, no tenia la pelota, no elaboraba ninguna idea coherente, daba muchas ventajas atrás y se alejaba de aquella imagen del albinegro invencible como local.
Pero, la historia tiene sus cosas y no por nada es conveniente estudiarla.
Buena combinación de los locales y finalmente la pelota le queda a Cadorín que no puede dominarla, y un compañero estudiantil remata rumbo al gol, pero la figura de Zapata se interpone en el camino y la pelota sale de la zona de peligro. Algunos reclamaron penal, pero el arbitro, cercano a la jugada desestimo las protestas.
Y a los 21 minutos se produce la jugada que amenazo con convertirse en el punto de inflexión de un partido que empezaba a caer en lo anodino.
Alan Peredo le entra fuerte abajo a un jugador de Estudiantes, y el arbitro, a nuestro juicio exageradamente, le muestra la roja.
Nervios y un plan que parecía desmoronarse.
Un hombre de menos, y casi mas de 70 minutos de tiempo, contra un rival veloz y de buen estado físico como Estudiantes, asemejaba a un grupo de labriegos contra las hordas de Atila el Huno.
Pero el Depo no dejo de apretar al local. Siguió sin dejarlo armarse. Con heroísmo e hidalguía.
Y a los 25 minutos, Castillo tiene la gran oportunidad aprovechando las ventajas que seguía dando Estudiantes, pero su remate apresurado se va desviado.
Nuevamente Castillo tendría su chance, pero el cabezazo débil a las manos de Gentili callaron el grito contenido.
A los 35 minutos el Tito se va por izquierda, a pura gambeta deja a su marcador y cuando sale Gentili le remata por arriba, pero la pelota se va por encima del travesaño.
El Depo, con 10, estaba mas entero que Estudiantes.
Y así Zamorano se anima, deja un tendal en el camino, pero su remate corre paralelo a la línea de gol sin que nadie la empuje.
Se iba la primera etapa y el gol no llegaba. Hasta Bernardo Peña se convertía en héroe, despejando una pelota que había rematado el Tatu Galarreta.
Silbato y a descansar.
Y nos quedamos con la sensación que al Depo se le iban a complicar las cosas en el segundo tiempo, pues Estudiantes saldría con todo para enrostrarle la ventaja numérica y la localía.
La filípica de Iglesias pareció tener algún efecto, pues en la segunda etapa Estudiantes fue otro.
Salio a buscar el partido, empezó a ganarle el medio a Deportivo y a acorralarlo.
Y los azules aguantaban el chubasco, esperando al "pincha", esperando el momento.
A los 11 avisan los locales, Paolo Rossi se va por izquierda y desde afuera del área, desde un ángulo muy cerrado lanza un disparo con destino de gol, pero Bitz, el inmenso Bitz, vuela hacia un costado y ahoga el grito albinegro.
Y el Depo empezó a animarse, y a ver que Estudiantes era solo un intento fallido.
Y empezó a ganarle el medio, y a atorarle las salidas.
Y Zamorano iba, y Leonel Martinez, que había ingresado por un golpeado Castillo, se volvía una molestia cada vez mas grande para la ultima línea estudiantil; y Quevedo, que había reemplazado a un dolorido Ferreyra, se hacia importante en la recuperación; y el Tito, el gran mariscal con camiseta azul se vestía de Gran Conductor y hacía honor al número 10 que se volvía mas grande en su camiseta.
Un quedo en el medio, casi trae algo de zozobra cuando Enzo Lopez encara el área, remata ante un Bitz que sale a atorarlo y finalmente Damian Martínez salva la situación.
Parecía que la jugada podría traer algo de incentivo para el local, pero lejos de eso, solamente sirvió para que el Depo se ordenara mejor y no regalara espacios.
De todas maneras, los azules no dejaron de preocupar a su rival, al que veían confundido.
A los 30' una gran jugada del Tito, que se lleva a la rastra a tres rivales, termina en un disparo cruzado abajo que obliga a Gentili a mostrar porque es uno de los mejores arqueros de la Liga.
Se iba el tiempo.
Genovart levantaba su mano y señalaba que iba a jugarse cinco de descuento.
Y el Depo quería la gloria.
Lejos de meterse debajo de su arco y colgarse del travesaño, seguía presionando al ya trémulo Estudiantes.
Y el Tito, el gran Tito, vuelve a disfrazarse con un poco de Bochini, un poco del Beto Alonso, una pizca de Maradona, y se va a pura gambeta y habilidad hacia el arco local, remata buscando el milagro, y cual flipper de salón de juegos, la pelota rebota en uno, rebota en otro y finalmente rebota en Quevedo para irse a dormir en el fondo del arco de Gentili.
Grito atragantado que se hace rugido en el 21 de septiembre y un montón de vestidos de azul se arremolinan en un abrazo interminable, ante la muda decepción de la parcialidad local.
El gol trae también alguna escaramuza en el medio, donde aparece Huguenin en el suelo, algún tumulto, los ánimos que se caldean y que vuelven a su estado normal lentamente.
Dos minutos mas, dice Genovart, ahora preocupado porque el partido no se le vaya de cauce, pero la historia ya había sido escrita.
Pitazo final y el abrazo incontenible. Las bocinas que empiezan a sonar del lado de la parcialidad azul y la caravana que empieza a salir con toda la alegría a cuestas rumbo a la ciudad, para seguir paseando su dicha por las calles.
Clásico pehuajense en la tarde del domingo.
Clásico que fue para el que no aparecía en los papeles.
Clásico que quedara grabado en la memoria del hincha azul, que podrá contarle a los suyos "yo estuve en la cancha cuando el Depo, con un tipo menos, pero con uno que valia por tres adentro, le gano a Estudiantes, con un gol de maquina tragamonedas".
La segunda rueda ya comenzó, y de la mejor manera.
Ahora, solo queda seguir creciendo.
6.7.08
Cabezas salvadoras
Un nuevo domingo futbolero alimentaba, una vez mas, la esperanza de abandonar la sequía que venía atacando al Depo.
Y la cancha de San Martín parecía ser el mejor lugar como para empezar a torcer el destino de este 2008.
El regreso de varios jugadores parecía alentar también esa esperanza, y con ese ánimo fuimos al Isidro Pujol.
Lamentablemente la tarde no empezaba bien, la Cuarta División sumaba su segunda derrota consecutiva perdiendo así el liderazgo en la tabla de posiciones.
Pero, había confianza en que la tarde mejoraría.
Los equipos salieron al campo de juego y el partido comenzó bajo las órdenes del "chiquito" Schwab.
Pareció que el respeto era mucho, pues el juego se concentraba en el medio y nadie se atrevía a atacar al otro.
Los arqueros se aburrían.
Y con los arqueros, empezamos a aburrirnos también.
Recién por los 11 minutos pudimos sacudirnos la modorra, cuando Ezequiel Celis decide hacer una jugada personal y sacar un buen remate desde la puerta de área para que Basualdo se luzca sacándola al corner.
El Depo pretendía atacar un poco mas profundamente, pero se le hacía cuesta arriba.
Aunque un par de minutos después una corrida de Castillo sobre la derecha termina en un muy buen centro para que Cardone cabecee apenas desviado.
Y entonces empieza a acercarse el "santo".
Nuñez empieza a hacerse dueño del medio y a controlar un poco el despliegue que intentaba imponer el "azul".
Sobre los 18' el mismo Nuñez saca un centro largo al área donde Ferracci aparece para sacar un cabezazo preciso a la base del poste, pero la gran atajada de Bitz hace callar a la parcialidad local.
Parecía que el partido iba ganando en ritmo, aunque todavía el nivel era tirando a bajo.
A los 25' otra vez Nuñez se adueña de la pelota, lo ve a Ferracci cerca de área y le pasa la pelota, el 9 local se acomoda, da un medio giro y saca un furibundo derechazo cruzado que se clava en la valla de Bitz.
1-0 para San Martín y la historia parecía volver a escribir un capítulo ya conocido.
A partir de allí, el partido volvió a caer. Mucha lucha, muchas ganas, pero poco futbol.
Deportivo no sabía como atacar, y San Martín se empeñaba en despejar como podía los intentos azules.
Sobre el cierre de la primera etapa, casi lo empata el Depo.
Primero con un cabezazo de Castillo que saca Basualdo y luego con un estiletazo de Zamorano que se metía en el rincón derecho del arquero local, pero el 1 vuela y la cachetea al corner.
Silbato y final.
Una vez más, la rutina del café para esperar la segunda etapa.
Caras de preocupación de la gente del Depo, que veía como la historia parecía repetirse.
En el campo de juego, los suplentes visitantes intensificaban su puesta a punto, algo tenía que cambiar.
EL segundo tiempo empezó con todo.
San Martín salió dispuesto a liquidar el cotejo, y a los 2 minutos Ferracci se pierde el segundo cuando Bitz le saca una pelota impresionante. De esa jugada le queda a Mansilla que remata de derecha, pero el travesaño ahoga el grito de gol.
Deportivo no reaccionaba, y Peredo manda a la cancha a su hijo Alan Federico para inyectarle un poco de vértigo al ataque azul.
El cambio le trae un poco mas profundidad a la visita y el Depo empieza a acercarse al arco rival.
Sobre los 5', un tiro libre ejecutado por el Tito Bernard se estrella en el travesaño y el Depo empezaba a merecer el empate.
Basualdo empieza a convertirse en figura cuando salva un remate posterior que tenía destino de gol.
El Depo empezaba a acorralar a un San Martín que se había replegado y que apostaba a un contragolpe letal para cerrar el resultado.
A los 10' Zapata pone un pelotazo recto y largo, y Cardone peina hacia atrás desviando por poco la pelota.
Los minutos pasaban y el Depo no podía, San Martín empezaba a controlar las acciones y el resultado.
Sobre los 21', una oportunidad mas para la visita.
Zamorano, que se había convertido en el motor del Depo, le pone un gran pase a Cardone que entraba al área. El 9 se acomoda, hace un medio giro, pero su derechazo cruzado no tiene el mismo final que aquel de Ferracci, pues Basualdo vuela y la saca.
El Depo seguía avisando, pero nadie quería recibir el mensaje.
Minutos mas tarde, nuevamente Zamorano inicia el ataque para el Depo, dispara derechazo y el palo dice que no. La pelota le queda a Peredo, pero el remate, apurado y débil, es salvado en la línea por Basualdo, ya convertido en la figura del local.
La visita seguía intentando.
Sobre los 33' un corner desde la derecha va hacia el área, y Castillo gana en el salto y cabecea hacia el fondo de las mallas.
Y otra vez, como el domingo pasado, una cabeza salva la tarde para los azules.
El empate le dio mas ánimo a los azules que se fueron con todo a buscar la victoria.
San Martín aguantaba como podía y mostraba varias fallas defensivas, que traían mayor incertidumbre al resultado.
Los últimos minutos fueron un monólogo de los azules.
El local solamente intentaba algo con pelotazos largos para Ferracci o el que estuviera un poco mas adelantado.
El Tito y Peredo tuvieron sus oportunidades, pero sus remates no tuvieron fortuna.
En el descuento, casi el Depo se lleva la victoria.
A los 46', le queda la pelota a Daniel Sanchez, que fusila a Basualdo convirtiéndolo en el gran héroe de la tarde. Del corner le queda nuevamente a Sanchez, quien alcanza a introducirla en el arco de palomita, pero Schwab que estaba sobre la jugada anula el gol porque el delantero azul la mete con la mano.
Así se va el partido y empieza a llover sobre Pehuajó.
Un partido que empezó aburriendo, pero que terminó con muchas emociones y jugadas de peligro que podrían haber alterado el marcador.
El resultado?
A prima facie pareciera que el empate fue justo, pero sinceramente, después de analizarlo un poco el Depo mereció un poco más y nadie hubiera cuestionado su triunfo, pero al parecer este 2008 viene esquivo para los azules.
Se viene una nueva ronda y el domingo que viene visitamos a los "primos" que vienen con todo.
Una buena oportunidad para dar vuelta la historia y arrancar con un triunfo de cara al Petit que, hasta ahora, es más un probabilidad que una realidad.
Y la cancha de San Martín parecía ser el mejor lugar como para empezar a torcer el destino de este 2008.
El regreso de varios jugadores parecía alentar también esa esperanza, y con ese ánimo fuimos al Isidro Pujol.
Lamentablemente la tarde no empezaba bien, la Cuarta División sumaba su segunda derrota consecutiva perdiendo así el liderazgo en la tabla de posiciones.
Pero, había confianza en que la tarde mejoraría.
Los equipos salieron al campo de juego y el partido comenzó bajo las órdenes del "chiquito" Schwab.
Pareció que el respeto era mucho, pues el juego se concentraba en el medio y nadie se atrevía a atacar al otro.
Los arqueros se aburrían.
Y con los arqueros, empezamos a aburrirnos también.
Recién por los 11 minutos pudimos sacudirnos la modorra, cuando Ezequiel Celis decide hacer una jugada personal y sacar un buen remate desde la puerta de área para que Basualdo se luzca sacándola al corner.
El Depo pretendía atacar un poco mas profundamente, pero se le hacía cuesta arriba.
Aunque un par de minutos después una corrida de Castillo sobre la derecha termina en un muy buen centro para que Cardone cabecee apenas desviado.
Y entonces empieza a acercarse el "santo".
Nuñez empieza a hacerse dueño del medio y a controlar un poco el despliegue que intentaba imponer el "azul".
Sobre los 18' el mismo Nuñez saca un centro largo al área donde Ferracci aparece para sacar un cabezazo preciso a la base del poste, pero la gran atajada de Bitz hace callar a la parcialidad local.
Parecía que el partido iba ganando en ritmo, aunque todavía el nivel era tirando a bajo.
A los 25' otra vez Nuñez se adueña de la pelota, lo ve a Ferracci cerca de área y le pasa la pelota, el 9 local se acomoda, da un medio giro y saca un furibundo derechazo cruzado que se clava en la valla de Bitz.
1-0 para San Martín y la historia parecía volver a escribir un capítulo ya conocido.
A partir de allí, el partido volvió a caer. Mucha lucha, muchas ganas, pero poco futbol.
Deportivo no sabía como atacar, y San Martín se empeñaba en despejar como podía los intentos azules.
Sobre el cierre de la primera etapa, casi lo empata el Depo.
Primero con un cabezazo de Castillo que saca Basualdo y luego con un estiletazo de Zamorano que se metía en el rincón derecho del arquero local, pero el 1 vuela y la cachetea al corner.
Silbato y final.
Una vez más, la rutina del café para esperar la segunda etapa.
Caras de preocupación de la gente del Depo, que veía como la historia parecía repetirse.
En el campo de juego, los suplentes visitantes intensificaban su puesta a punto, algo tenía que cambiar.
EL segundo tiempo empezó con todo.
San Martín salió dispuesto a liquidar el cotejo, y a los 2 minutos Ferracci se pierde el segundo cuando Bitz le saca una pelota impresionante. De esa jugada le queda a Mansilla que remata de derecha, pero el travesaño ahoga el grito de gol.
Deportivo no reaccionaba, y Peredo manda a la cancha a su hijo Alan Federico para inyectarle un poco de vértigo al ataque azul.
El cambio le trae un poco mas profundidad a la visita y el Depo empieza a acercarse al arco rival.
Sobre los 5', un tiro libre ejecutado por el Tito Bernard se estrella en el travesaño y el Depo empezaba a merecer el empate.
Basualdo empieza a convertirse en figura cuando salva un remate posterior que tenía destino de gol.
El Depo empezaba a acorralar a un San Martín que se había replegado y que apostaba a un contragolpe letal para cerrar el resultado.
A los 10' Zapata pone un pelotazo recto y largo, y Cardone peina hacia atrás desviando por poco la pelota.
Los minutos pasaban y el Depo no podía, San Martín empezaba a controlar las acciones y el resultado.
Sobre los 21', una oportunidad mas para la visita.
Zamorano, que se había convertido en el motor del Depo, le pone un gran pase a Cardone que entraba al área. El 9 se acomoda, hace un medio giro, pero su derechazo cruzado no tiene el mismo final que aquel de Ferracci, pues Basualdo vuela y la saca.
El Depo seguía avisando, pero nadie quería recibir el mensaje.
Minutos mas tarde, nuevamente Zamorano inicia el ataque para el Depo, dispara derechazo y el palo dice que no. La pelota le queda a Peredo, pero el remate, apurado y débil, es salvado en la línea por Basualdo, ya convertido en la figura del local.
La visita seguía intentando.
Sobre los 33' un corner desde la derecha va hacia el área, y Castillo gana en el salto y cabecea hacia el fondo de las mallas.
Y otra vez, como el domingo pasado, una cabeza salva la tarde para los azules.
El empate le dio mas ánimo a los azules que se fueron con todo a buscar la victoria.
San Martín aguantaba como podía y mostraba varias fallas defensivas, que traían mayor incertidumbre al resultado.
Los últimos minutos fueron un monólogo de los azules.
El local solamente intentaba algo con pelotazos largos para Ferracci o el que estuviera un poco mas adelantado.
El Tito y Peredo tuvieron sus oportunidades, pero sus remates no tuvieron fortuna.
En el descuento, casi el Depo se lleva la victoria.
A los 46', le queda la pelota a Daniel Sanchez, que fusila a Basualdo convirtiéndolo en el gran héroe de la tarde. Del corner le queda nuevamente a Sanchez, quien alcanza a introducirla en el arco de palomita, pero Schwab que estaba sobre la jugada anula el gol porque el delantero azul la mete con la mano.
Así se va el partido y empieza a llover sobre Pehuajó.
Un partido que empezó aburriendo, pero que terminó con muchas emociones y jugadas de peligro que podrían haber alterado el marcador.
El resultado?
A prima facie pareciera que el empate fue justo, pero sinceramente, después de analizarlo un poco el Depo mereció un poco más y nadie hubiera cuestionado su triunfo, pero al parecer este 2008 viene esquivo para los azules.
Se viene una nueva ronda y el domingo que viene visitamos a los "primos" que vienen con todo.
Una buena oportunidad para dar vuelta la historia y arrancar con un triunfo de cara al Petit que, hasta ahora, es más un probabilidad que una realidad.
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