No, no voy a volver a este blog para hablar de ciencia-ficción. Mas bien, de un viejo programa televisivo de sci-fi.
El motivo de estas líneas es principalmente, volver a empezar, y en segundo lugar hablar de esta nueva oportunidad que tiene la selección argentina de ganar... ALGO.
Pero, a ver... desconocido porque?
Simple... han pasado 22 AÑOS! desde que la Argentina ganó algo en fútbol.
Bueno, si, a nivel juveniles ha ganado mucho... aunque también han pasado ya algunos años del último gran logro. Y la realidad nos muestra que las expectativas han bajado mucho.
Cada año, cada nuevo torneo, cada inicio de ciclo, renace en todos los amantes del fútbol e hinchas de nuestra selección, la esperanza de poder mostrar de una vez por todas que somos lo que siempre decimos ser. Y cada año, cada nuevo torneo, cada fin de ciclo, terminamos con esa sensación de vacío y frustración que nos va perforando de a poquito esa pasión.
Es innegable la calidad de los jugadores que integran el plantel, de los mejores del mundo, sin dudas. Y obviamente caemos en la lógica mención del mejor jugador del mundo en nuestros tiempos, Lionel Messi.
Y sobre Messi, sobre su cabeza tuneada a la moda que esté vigente, pesa la presión de todo un pueblo fanático que quiere verlo brillar en su equipo y levantar toda copa que se le cruce en el camino.
Pero al tipo, no parece importarle. Que se yo, es la sensación.
Estoy cansado de defenderlo, estoy aburrido de sacar la cara por él. Estoy cansado de pelearme en discusiones inútiles acerca de su calidad... quién puede discutirla?
Yo lo quiero ver jugándose a fondo, peleando como león, haciendo simplemente todo lo que hace por la camiseta de su club.
Ya sé, y no necesito que nadie me lo refriegue una y otra vez, que en el Barça esta acompañado por verdaderos monstruos, que juegan todos para él, que lo hacen brillar.
Che, en la selección tenemos tipos que son figuras en sus equipos... o sea, solamente hace falta que alguien los haga jugar como tal.
Ya no tengo ganas de ilusionarme con cada arranque de jugada que usualmente terminan en gol del Barcelona, pero que cuando las inicia con la camiseta de la sele, terminan en cualquier lugar menos en el fondo del arco.
Pero bueno, agarramela con Messi solamente tampoco sería justo.
Son 11 tipos ahí, mas los que entren como suplentes.
Tipos que la pelearon como fieras y nos pusieron en la final de la Copa del Mundo en Brasil; tipos que nos ilusionaron con volver a festejar, con pasar cuatro años a pura sonrisa; tipos que nos dejaron con las manos vacías.
Son resultados, se gana o se pierde. Es verdad.
Pero no me sirve.
Yo, con la selección, quiero ganar siempre.
Quiero que toda esa nueva generación que nunca la vio campeona salga a festejar como pude hacerlo yo en aquellas épocas.
VEINTIDOS AÑOS!
Es mucho.
Esta Copa América es la gran oportunidad de volver a sentir esa alegría, no la "madre de todas las alegrías", pero al menos la tía.
Y según lo visto en el primer partido, se me está yendo la esperanza. Algo así como una sensación de "mas de lo mismo".
En fin, este viaje que ha iniciado la selección argentina en Chile solamente puede tener un final... la Copa.
Es mi opinión como hincha. Es mi opinión como incipiente analista. Es mi opinión.
Cada uno tendrá la suya y es sumamente respetable, sea cual sea.
Espero que se respete la mía.
Pero mas aún, espero que la Argentina se respete a sí misma, y así que cada inicio de un nuevo torneo deje de ser un viejo programa de televisión de ciencia ficción.
Ojalá que los programas deportivos, allá por principios de julio comiencen con la mítica introducción:
"Nada le está sucediendo a su televisor. No intente ajustar la imagen..."
Y lo que siga sean las imágenes de todo un pueblo festejando el título.
Ojalá.
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