Una hermosa tarde de domingo para un buen partido de fútbol.
Dos equipos caracterizados por el buen trato de pelota.
Por un lado, el Depo, reciente campeón. Por el otro, Independiente de Bolívar, con un antecedente muy flojo en el 2011. La cenicienta del grupo, el equipo que era goleado en cada encuentro.
Pero el 2012 vino con otra versión del cuento.
Y fue el equipo de Bolívar el que se llevó los laureles derrotando a domicilio al último vencedor de la Liga.
Con un planteo muy efectivo, basado en el orden.
Enfrente, un Deportivo desconocido, desordenado, sin profundidad, sin definición. Jugando muy pasivamente, tal como lo calificaba su propio golero, el eterno Julio Díaz.
Empezó mejor parada la visita, mostrando un orden que no estábamos acostumbrados a ver.
A los 6', una palomita de José Maxwell, una de las figuras, abrió el marcador enmudeciendo a un escasamente poblado Garré.
Era demasiado temprano, y se hizo sentir.
A partir de ahí el Depo quiso, pero no pudo. El rival estaba siempre listo para entorpecer el camino. Presionando, molestando, y los que es peor... jugando.
Entonces los esfuerzos azules quedaban nulos, y solamente quedaba el recurso de patear de lejos tratando de forzar algun error del buen arquero Gonzalez.
Así fue pasando el tiempo y Deportivo no supo como llegar con real peligro a no ser por una linda jugada combinada que terminó rematando desviado el correcto Malchiodi, y luego un remate en el área del debutante Zuzic que alcanzó a pegar en un defensor bolivarense para perderse en el corner.
Sobre el final de un flojo primer tiempo, el baldazo de agua fría fue nuevamente para el local, cuando Maxwell se fue solo ante un error de Bianchi cerca del medio, y ello derivó en el último recurso de Damián Martínez casi entrando al área, que finalmente fue castigado con la tarjeta roja por parte de Carinci, de correcto arbitraje.
En el complemento, Deportivo salió a buscar el empate y tratar de enmendar los errores. Y a los 4' tuvo su premio cuando tras un tiro libre ejecutado por el Poroto Arive. Cuando todos esperaban el centro, la pelota se desvió en la barrera, dejando descolocado al arquero Gonzalez y finalizando en el fondo del arco.
Era el empate buscado.
Deportivo parecía haber despertado y la visita parecía confundida, pero duró poco la situación, pues de los pies de Enzo Ruiz, otro de los altos puntos en Independiente, salió la asistencia para Maxwell que con tranquilidad la dominó en puerta de área, y de zurda la colgó en un ángulo decretando el 1-2 ante la atónita mirada del Gato Díaz.
La visita siguió con su libreto de apretar, presionar y no dejar jugar, y Deportivo poco a poco fue cayendo en esa red.
El azul intentaba hacer pie en el medio, pero la gran tarea de Arbe y Gustavo Ruiz lo impedían.
Ni siquiera la presencia desde el inicio del complemento de Matias Collado podía equilibrar las cosas.
Tras una contra, la pelota llega hasta Enzo Ruiz, quien la domina, deja a Bianchi en el camino y con mucha clase doblega a Díaz poniendo el 1-3, allá por los 15'.
El hombre de menos se sentía y Deportivo no alcanzaba a ordenarse. La urgencia por conseguir el empate sólo trajo mas espacios para un Independiente que fue letal.
Pero todo esfuerzo tiene su recompensa.
Sobre los 42' llegó el descuento para los azules tras gran jugada de Collado, que asistió a Peredo, quien ingresando por derecha sacó un sablazo que puso el transitorio 2-3.
La esperanza renacía, pero duró un suspiro.
Dos minutos mas tarde, otra contra encontró a un inquietante e interesante Sergio Valdes en inmejorable posición, con la sola presencia del Gato. Y su remate suave entró junto al palo derecho para decretar el definitivo 2-4.
En síntesis, Independiente de Bolívar renació de sus cenizas y comenzó el 2012 con toda la esperanza de ser protagonista.
Deportivo pareció no darse cuenta que el campeonato había comenzado.
Ahora es el turno de Calaveras. Visitar el 7 de abril será toda una prueba para este Depo que tiene como objetivo repetir su logro del 2011.
Pero deberá sacudir la modorra y buscar el traje de campeón que quedó en el placard.